La falta de magnesio es casi imperceptible. El cuerpo, cuando existe un pequeño déficit, nos alerta con unos síntomas muy leves que puede que no asociemos a este mineral.
Los síntomas de la falta de magnesio son:
- Molestias musculares. Es posible que sientas hormigueos, temblores o entumecimiento en algunas partes del cuerpo.
- Fatiga y debilidad. Sentir cansancio y fatiga es otro de los síntomas de la falta de magnesio.
- Hipertensión arterial. El magnesio controla de forma natural los niveles de tensión arterial y ayuda a conservar un ritmo cardíaco constante.
- Dolor de cabeza. La falta de este mineral aumenta la tensión y por tanto el dolor de cabeza y mandibular.
- Calambres en las piernas. Este mineral ayuda en la relajación muscular. Su déficit produce calambres involuntarios.
- Cambios en el estado de ánimo y ansiedad. Puede alterarse el sistema nervioso central por lo que puede aumentar el nerviosismo, aparecer ansiedad y trastornos del estado de ánimo como la depresión.
- Estreñimiento. El magnesio es un laxante natural por ello, su déficit, contrae el intestino provocando estreñimiento.
- Problemas de sueño. La falta de magnesio puede conseguir a la hora de dormir (bajan los niveles de este mineral) falta de sueño e hiperactividad.
El Triptófano, es un integrante de la familia de las proteínas, y uno de los ocho aminoácidos esenciales que nuestro organismo necesita para llevar a cabo un buen número de funciones metabólicas, así como para la creación de nuevas células.
Este aminoácido interviene en el estado de ánimo y los niveles de melatonina para que durmamos mejor. Como no lo sintetizamos, debemos obtenerlo de una serie de alimentos.
Os dejamos 5 efectos claves del triptófano sobre el organismo:
- Apoyo a la producción de niveles de serotonina saludables para evitar la depresión.
- Tratar con el estrés. Reducir la ansiedad.
- Ayuda en la producción de melatonina. Regula los ciclos del sueño.
- Promueve un sueño reparador. Mejora la relajación.
- Promueve el bienestar emocional. Ayuda con el control del peso saludable.
El colágeno es la proteína más abundante en tu cuerpo y el componente principal de los tejidos conectivos que conforman varias partes del cuerpo, incluyendo los tendones, los ligamentos, la piel y los músculos.
El colágeno desempeña muchas funciones importantes, como proporcionar estructura a la piel y fortalecer los huesos.
Los suplementos de colágeno se han vuelto populares en los últimos años. La mayoría están hidrolizados, lo que significa que el colágeno se ha descompuesto, facilitando así su absorción.
También hay varios alimentos que puedes consumir para aumentar tu ingesta de colágeno, como la piel de cerdo y el caldo de huesos.
Consumir colágeno puede ser bueno para la salud de muchas maneras, desde aliviar el dolor articular hasta mejorar la salud de la piel.
Los principales beneficios de tomar colágeno son:
- Puede mejorar la salud de la piel.
- Ayuda a aliviar el dolor de las articulaciones.
- Podría prevenir la pérdida ósea.
- Podría aumentar la masa muscular.
- Promueve la salud del corazón.
Cómo veis tomar colágeno se ha asociado con una serie de beneficios para la salud y muy pocos riesgos conocidos.
Esta vitamina puede obtenerse a través de la alimentación, encontrándose principalmente en los aceites vegetales o frutos secos. También puede adquirirse en forma de suplemento nutricional en las farmacias, tiendas naturistas o tiendas online, debiendo en estos casos ingerirse bajo la orientación de un médico o nutricionista.
La principal función de la vitamina E en el organismo es neutralizar el daño que causan los radicales libres a las células, por este motivo podría aportar diversos beneficios para la salud, como:
- Mejora el sistema inmune.
- Mejora la salud de la piel y el cabello.
- Podría prevenir enfermedades neurológicas.
- Podría prevenir enfermedades cardiovasculares.
- Podría combatir la infertilidad.
- Podría mejorar la resistencia y la fuerza muscular.
- Podría mejorar el hígado graso.
Los alimentos ricos en vitamina E son principalmente los aceites vegetales, como el de girasol y el de oliva; frutos secos como las avellanas, almendras, cacahuates y pistachos y; frutas como el aguacate y la papaya.
Por otro lado los suplementos de vitamina E deben evitarse en personas que estén en tratamiento con anticoagulantes, antiplaquetarios, simvastatina y niacina o que se encuentran en radioterapia o quimioterapia, debiendo consultar a su médico tratante antes de tomarlo. Tampoco debe ser usada en personas con hemorragias activas, antes de una cirugía o durante el postoperatorio.
La piel de nuestro rostro sufre contra todo tipo de adversidades. Los rayos del sol que la cuartean, el aire acondicionado que la reseca, incluso el propio cloro de la piscina puede dañarla. Si este verano quieres presumir de un rostro sano e hidratado, no te pierdas estos tips con los que tu piel estará perfecta tanto por dentro como por fuera.
1. Beber agua. En verano es más sencillo deshidratarse, por ello intenta beber 2 litros de agua al día para mantener tu cuerpo bien hidratado. Frutas como el melón o la sandía pueden ayudarte a cumplir con la cantidad de agua diaria. El refrescante e hidratante pepino, es otro de esos alimentos estupendos para el verano.
2. Enamórate de tu crema
No pierdas de vista ingredientes como la glicerina o el ácido hialurónico y busca siempre una crema que tenga una mayor concentración de agua.
3. ¡No te olvides del fotoprotector!
Tanto los rayos UVA como los UVB aceleran el envejecimiento cutáneo contribuyendo a que aparezcan los primeros signos de la edad. Como siempre, prevenir es curar así que en verano nunca te olvides de salir de casa sin tu fotoprotector solar. Primero asegúrate de conocer cuál es tu fototipo y no te cortes con el factor de protección solar, tu piel te lo agradecerá.
4. Mascarillas nutritivas
Una vez a la semana aplícate una mascarilla de propiedades hidratantes para reparar las agresiones de toda la semana.
5. Cuidados extra
El uso diario de un sérum con una alta concentración de antioxidantes es perfecto para seguir combatiendo a los primeros signos de la edad y además mantener la piel protegida.
Dormir es una de las claves de belleza que ha logrado pasar de generación en generación. Sin duda dormir ayuda a que la piel se regenere y se llene de luminosidad, así que en verano más que nunca, reivindica tu derecho a la siesta y aprovecha a dormir todo lo que tu cuerpo te pida.
Como ves, cuidar la piel en verano para que esté hidratada, luminosa y llena de vida no es tan complicado. Empieza hoy mismo y no tardarás en ver los resultados.
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